Como mi partido siempre pierde las elecciones, por lo menos tengo la ilusión de que nunca me ha mentido, y de que sus promesas si se cumplirían. Así que no tengo las desdichas que tienen otros. Por ello, lo que voy a pedir lo hago responsabilizando a los que chupan del vote o, tienen una bequita de 3 mil eurillos al mes. Pero, 0j0, sin rencor ¡eh!
no vaya a ser que me entre una tembladera parecida a la de Toni Cantó y acepte La Oficina del Andaluz.
Bicicletas
Quizá sea algo tan imposible como el dar una licitación para construir un conjunto de pirámides egipcias en la entrada de San Pedro Alcántara, pero me gustaría que Marbella se pareciera a Copenhague en el número de ciclovías, de esa manera iría al centro o a Puerto Banús en mi bicicleta, haría ejercicio mientras disfruto del clima y, de la belleza de la ciudad gratis.
Lo triste es que con los 10 kilómetros de carriles estrechos e inseguros que tenemos en Marbella, mi utopía personal mejor me la reservo para las elecciones de 2027.
Tecnología
Y, como se trata de pedir, pues, también me gustaría que mis dos hijas regresaran a vivir aquí, aunque mis ruegos no hayan podido convencerlas porque sus profesiones tienen que ver con datos y números y, por estos lares el I+D+i no aparece por ningún lado. En la ciudad de las 140 nacionalidades los únicos números que se echan son los de la lotería, las cervecitas y de cuántos turistas internacionales vinieron el mes pasado.
Mi gran problema es que pienso más en la juventud, no soy viejo, pero tampoco joven, y como ahora los viejos vamos por ahí pareciéndonos a los jóvenes, los jóvenes a los viejos y los niños a los jóvenes, tengo la picha vuelta un lío, tan es así que mi hija me ha pedido que me aclare, pero como soy gallego lo tengo realmente complicado.
Acceso universal
A lo que voy, en cuanto a tomarse una cervecita, además de la ruta de la Tapa en Marbella, que debería repetirse un par de veces al año, lamentablemente no puedo entrar en algunos bares porque voy en silla de ruedas y, cuando puedo, ocupo tanto espacio como tres clientes, así que como casi siempre tengo la sensación de estorbar, me jarto de cañas y morcillitas fritas para que no me miren de reojo.
Autobuses
La tarjeta de movilidad en los autobuses públicos me ha ahorrado un dinerito que ahora me lo gasto en pipas, chuches y unas 0,o%, pero cuando van llenos (los autobuses) no hay espacio en los lugares destinados para la gente con limitaciones como la mía, así que tengo que esperar al próximo autobús.
Para no enfadarme y superar esta ausencia de solidaridad, falta de empatía y, la indiferencia del chófer para encargarse de que se respeten los espacios, me pongo a pensar en Martínez-Almeida saltando los pilotes de Madrid o cuando lo lanzan a una cama elástica.
Aparcamientos
Como he dejado claro, tengo problemas de movilidad, pero eso no significa que no me mueva, tengo mi coche y lo conduzco, poco, pero lo hago, el tema es que el número de aparcamientos para minusválidos me parece que son pocos porque cada vez que salgo están ocupados, como los de la zona azul; los de las calles vecinales para mí son imposibles porque los coches están muy pegados, impidiéndome bajar, así que con frecuencia tengo que dejar mi coche en un parking privado, y moverme con un sobreesfuerzo porque la distancia que tengo que recorrer también es mayor, si no aceptas esta Marbella, te ves obligado a regresar a casa para seguir viendo la telenovela “Lucecita 2”.
Recinto ferial
No soy persona de ferias, pero escucho que hace falta un recinto estable para ir de baile y parranda, me gustaría saber quién es el responsable de que un lugar así no exista, talvez hace falta que se tramite su licitación a través del área de Recomendaciones, Influencias y Contactos del Ayuntamiento. A mí no me gusta el ruido, pero a mucha gente joven y no tan joven la va la marcha, este es un tema que cada año que pasa se vuelve a prometer y, hace que los prometedores vayan con la cabeza agachada, histéricos y abrumados de complejos.
Centros de Salud
Pero no todo son quejas, ahora mismo estoy contento porque este, o el próximo año, abrirán el centro de salud de Ricardo Soriano, como vivo cerca, supongo que ahí nos trasladarán como pacientes, eso esperamos un montón de gente que vivimos por aquí, ojalá también se trajeran a mi doctora. Mientras tanto, sigo haciendo la cola de una semanita para las citas en Leganitos y, de meses para Salud Mental en Las Albarizas, esperando que no se olviden de mí, porque como están las cosas, cuando te llaman te preguntan qué es lo quieres, qué para qué quieres ir al loquero, que es mejor esperar un poco más para ver si te repite el puntito negro del estómago.
Deporte
El deporte, no es lo mío, pero me encantaría practicar esgrima, eso por si tengo que pincharle la tripa a un dependiente de algún banco cuando logro entrar para hacer una pregunta, también me gustaría nadar en una piscina climatizada o, que hubiera más aparatos en el paseo marítimo para gente como yo.
Puntos limpios
Una cosa que me preocupa es el tener que coleccionar frascos con aceite quemado para cuando voy al punto limpio llevarlos todos de una vez. Ya me dijo un concejal que no podían poner más puntos limpios en la ciudad porque colapsaría el tráfico y se vería feo; al final seremos solo los abuelos los que iremos al punto limpio haciéndole el favorcito a los hijos.
Son un montón de cosas que me gustaría que Marbella tuviera, pero, para no ser pesado, cierro con el tema de la vivienda pública, no para mí que ya pagué la mía, sino para las parejas jóvenes o para los que no han podido comprar un piso o una casa.
Me pregunto qué tipo de tinta utilizan en el Ayuntamiento para firmar las licitaciones de las VPO, tal vez sea invisible o, de esa que se borra después de leerse porque nunca construyen una, también cabe la posibilidad de que quizá no las hagan para que la gente de clase media no tenga que aceptar que se ha convertido en vulnerable.