Washington, D.C. –
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reafirmó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene una postura firme contra el gobierno de Nicolás Maduro y no lo reconoce como el legítimo presidente de Venezuela.
Las declaraciones de Leavitt se producen en medio de la controversia generada por la reciente visita del enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Richard Grenell, a Caracas.
Grenell, quien viajó a la capital venezolana en un esfuerzo por asegurar la liberación de seis ciudadanos estadounidenses detenidos en el país sudamericano, ha sido objeto de críticas tras sus comentarios sobre el enfoque de la administración Trump respecto a la situación en Venezuela.
En una rueda de prensa, Leavitt enfatizó que el senador Marco Rubio, una de las voces más influyentes dentro del Partido Republicano en asuntos de política exterior hacia América Latina, "ha abordado este tema de manera extensa". Rubio ha sido un ferviente crítico del gobierno de Maduro y ha abogado por sanciones más severas contra su régimen.
Por su parte, Grenell concedió una entrevista a The Epoch Times en la que habló sobre su visita a Caracas y su encuentro con el líder venezolano. “Pasé el día en Caracas, me encontré con Maduro, lo vi cara a cara. Traté de tener una conversación en la que tuviéramos una relación diferente con él”, declaró Grenell.
A pesar del encuentro, Grenell insistió en que Trump no busca un cambio de régimen en Venezuela. “Estamos muy claros sobre el gobierno venezolano y Maduro, pero Donald Trump es alguien que no quiere hacer cambios de régimen”, afirmó el diplomático, destacando que la prioridad del mandatario sigue siendo el fortalecimiento económico y estratégico de Estados Unidos.
Grenell también reveló que Maduro presentó una lista de peticiones para el gobierno estadounidense a cambio de la liberación de los ciudadanos detenidos. Sin embargo, el funcionario aseguró que no se ofreció ninguna concesión a cambio. “Reconocemos que mi presencia en el Palacio de Miraflores era un premio para Maduro y por eso no concedimos más”, explicó.
El gobierno de Trump ha mantenido una política de sanciones contra Venezuela, buscando aislar económicamente a la administración de Maduro y presionar por una transición democrática en el país. Sin embargo, la reciente visita de Grenell y sus declaraciones han generado cuestionamientos sobre el verdadero alcance de la estrategia estadounidense en la región.
Mientras tanto, la oposición venezolana sigue exigiendo mayores medidas contra el gobierno de Maduro, mientras que los aliados del mandatario venezolano en el escenario internacional observan con atención los próximos movimientos de Washington.