En un segundo informe, el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), ha presentado los resultados obtenidos el domingo 28 de julio, poniendo el acento en el cierre del acto de votación, el escrutinio y la verificación ciudadana.
En esta oportunidad, constató un balance de 155 incidencias, destacando que el día de la elección desplegó 696 observadores en todo el país y, en igual número de centros de votación.
Una tarea que se vio limitada por la negativa del Consejo Nacional Electoral de dar acreditación al OEV, a pesar de cumplir los requisitos previstos en la ley, sin embargo, esto no impidió la elaboración de un informe que corrobora los resultados obtenidos por otras organizaciones independientes.
Hallazgos relevantes
Aunque la jornada fue pacífica en su mayoría, el número de incidencias aumentó del 15,8% al 19,6% en horas de la tarde.
Las irregularidades estuvieron asociadas a discusiones o peleas en los alrededores de los centros de votación. También hubo interrupciones relacionadas con fallas en las máquinas de votación, demora en el proceso generada por el personal del CNE y, fallas eléctricas.
Cierre de centros de votación
El cierre de los centros de votación, por ley, se establece que debe ocurrir a las 6:00 de la tarde si no hay electores en espera, no obstante, la mitad de los centros cerró a la hora programada, en el 31,6% se prolongó permitiendo que votarán electores en cola; sin embargo, en 13,5% se prorrogó sin votantes en la cola; es decir, de forma injustificada.
Puntos partidistas
Son puntos de control político que, estuvieron presentes durante toda la jornada, el 70,6% de los puntos eran oficialistas y 40,1% opositores.
Al igual que la extensión del cierre de los centros de votación, los puntos partidistas son transgresiones a la ley que se cometen para aventajar a una facción política.
Proselitismo
Según el OEV, el proselitismo político se confirmó 14 actos de propaganda electoral, de los que, 13 fueron a favor del candidato Nicolás Maduro y 1 favor del candidato Edmundo González.
Proclamación controvertida
Seis horas después del cierre de la votación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) presentó un primer boletín indicando que el 80% de las mesas habían sido escrutadas y que, la participación había sido del 59%, según el presidente del órgano comicial, Elvis Amoroso.
Datos ofrecidos sin haberse publicado los resultados desagregados por mesa, lo que impidió su auditoría y cuestionó la transparencia del proceso.
Presentación de resultados
El informe del OEV recordó que según la Ley Orgánica de Procesos Electorales en su artículo 146 establece que, “La Junta Nacional Electoral y, las Juntas Electorales, éstas últimas bajo la supervisión de la primera, tienen la obligación de realizar el proceso de totalización en el lapso de cuarenta y ocho horas”, para que pueda ocurrir la proclamación del presidente.
Sin embargo, no hubo totalización de los resultados, ya que no se cumplió porque faltaba el contenido del 20% de las actas nacionales.
Con todo y, sin haber concluido la totalización, el Poder Electoral proclamó, sin haber concluido la totalización, presidente electo a Nicolás Maduro el 29 de julio.
Los resultados conocidos generaron protestas en los estados Aragua, Táchira, Yaracuy, Zulia, Carabobo y Falcón. En Caracas, periodistas registraron una movilización que salió de Petare, la Dolorita y Caucagüita hasta la avenida Francisco de Miranda.
Ante los acontecimientos, el Centro Carter, uno de los veedores internacionales legitimados por el Poder Electoral, concluyó que “la elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y, por tanto, no podía ser considerada como democrática”.
El Centro Carter señaló que no pudo verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral, calificando que solo el hecho de que la autoridad electoral no anunciara los resultados desglosados por mesa electoral constituía una grave violación de los principios electorales.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que era normal pelearse, pero que se podía resolver presentando las actas.
A pesar la de presión internacional, un segundo y definitivo boletín fue anunciado cinco días después de la elección, el 2 de agosto, señalando que el reporte oficial alcanzó el 96,87% de trasmisión y 59,97% de participación, lo que equivale a 12.386.669 de votantes escrutados y que, Nicolás Maduro ganó con 6.408.844 de votos (51,95%), Edmundo González 5.326.104 de votos (43,18%) y otros 600.936 de votos (4,86%). El Poder Electoral dio el segundo balance sin presentar los resultados de forma discriminada ni cumplir con las auditorías de telecomunicaciones.