Juan Moreno, presidente de la Junta de Andalucía con el apoyo de Vox, y la coalición con Ciudadanos, viene diciendo eso de que quiere mayoría suficiente, porque quiere gobernar en solitario, pero que, si no hay otro remedio, pues la responsabilidad será de los otros partidos que no voten su investidura e, incluso de los votantes que no habremos sabido elegir. Nada del desgaste y descredito político. Así de humilde es el líder gaviotero.
Sin embargo, esa alegría que le dan las encuestas, no le han impedido olvidarse de aquello de firmar un acuerdo por lo que tanto ha pedido: que gobierne el más votado. Parece que la derrota de 2018 le sigue doliendo y metiendo miedo, hasta tal punto que amenaza con gobernar con la temperamental Macarena Olona, la de “Graná”.
Ahora con Feijóo como líder todos se han convertido en moderados, aunque Alfonso Mañueco, por aquello de, me ha tocado a mí, se tuviera que quitar los tapones de las orejas para pedir perdón en nombre de su fúnebre vicepresidente. En todo caso, no podemos olvidar que, hasta hace unos días, cuando el iluminado era Pablo Casado, la impronta del PP era la de la guerra abierta, el No consecuente y, el destripar a quién se metiera por medio.
Lo cierto es que no se puede ser moderado cuando tienes a los ultras al otro lado de tu cama y, para colmo les tienes que servir el desayuno.
El peligro de tenerlos como pareja es que siempre te pedirán más y, lo peor es que como todos llevan la misma sangre, pues seguro que Moreno también les servirá el almuerzo y pondrá el lavavajillas y, aun así, Olona le machacará con lo de crear una policía especial para la persecución y expulsión de los inmigrantes ilegales, porque son ellos los responsables de la delincuencia, el narcotráfico, los robos en locales comerciales y, la ocupación ilegal de viviendas. Tal cual, así lo creen los más patriotas de España.
Desde este 3 y hasta el 17 de junio lloverán noticias, promesas, cervecitas y, alguna comida gratis.
Conozco un supporter de las campañas que se siente agradecido de la existencia de elecciones, reconociendo que ha viajado por media comunidad y, que se ha zampado unas cuantas comidas por todo el morro, así que el anuncio de Moreno le ha venido al pelo y está decidido a votar nulo, dándole las gracias anticipadas por no haber cumplido aquello de crear 600.000 empleos “netos y de calidad”.
En fin, que con lo del hablar pausado de Feijóo y Moreno, para que los veamos moderados, resulta menos creíble que aquello de que te sientes complacido al escuchar a los hijos de tu mejor amigo recitando poesías después de meterte un cocido en verano.
Ahora bien, la mesa todavía no se ha servido, pero si fuera lo que el CIS predice, cualquier rincón de la casa será válido para escuchar y observar los rostros contrariados y tristes de Feijóo y Bonilla asegurándonos que hablarán con Olona porque ellos no aceptarán derogar todas las leyes de género y memoria histórica y, que le convencerán de que no hay aulas de colegios repletos de activistas socialcomunistas.