Marbella. –
Después de que el Consistorio manifestara su intención de convertir los huertos urbanos en una alternativa de disfrute personal para que, los adjudicatarios puedan cultivar sus productos de forma ecológica y, para su propio consumo y, después de que el concejal responsable del área, Diego López, se reuniera con la Fundación Arboretum, que cuenta con más de 9 años de experiencia en la gestión de parcelas, la Asociación ha presentado, por registro de entrada en el Ayuntamiento, un proyecto para la ampliación y mejora del uso social y medioambiental del parque en el que se asientan los huertos, ubicado en la avenida Diego Jiménez Lima y calle El Granado; ambas en la zona de Huerta del Prado del municipio.
La iniciativa ha sido elaborada de manera conjunta con Debra Piel de Mariposa, CADI (Centro de Atención a la Diversidad Infantil), Asociación de Voluntarios Oncológicos Infantiles (AVOI), Espacio Comunidad y Ecologistas en Acción Marbella y Malaka, con el objetivo de preservar los 87 huertos ecológicos y, dar respuesta a las necesidades de estos colectivos dedicados a la formación y a la atención de la infancia, de las personas mayores y de personas con diversidad funcional.
El proyecto contempla un espacio de trabajo colaborativo que atienda la carencia que tienen estas asociaciones de ámbito social y participativo de Marbella y, que actualmente, no cuentan con ningún lugar donde poder desarrollar su labor.
Se trata de un estudio único en Marbella que ofrece soluciones al cambio climático, a la protección de la salud y, a todas aquellas necesidades contempladas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 aprobados por Naciones Unidas.
Además, la ubicación de esta bioconstrucción en el parque en el que se asientan los huertos permitirá a los usuarios de estas organizaciones el contacto con la naturaleza, un valor esencial para mejorar la calidad de vida.
Eliminación de los 87 huertos
La iniciativa, registrada por “Marbella Verde”, pretende ser una solución alternativa a la intención del Ayuntamiento de eliminar los 87 huertos existentes en las parcelas 439 y 440 del inventario Municipal de Bienes, calificadas en el plan actual como Parques y Jardines Públicos.
Advierten que, “ni siquiera les han informado de lo que quieren hacer en esos terrenos” por lo que temen por el destino del parque” que, después de 13 años de trabajo “se ha convertido en un vergel”.
La gestión de la zona estaba en manos de la Fundación Arboretum, entidad con la que el gobierno municipal firmó un acuerdo por 30 años en 2011 para un uso medioambiental hasta que en diciembre de 2023 la Fundación presentó al Ayuntamiento su renuncia a continuar con el convenio, “abandonando sus obligaciones” con los hortelanos con contrato de cesión.
Ante esta situación, los hortelanos -la mayoría de ellos jubilados- se constituyeron en la Asociación “Marbella Verde” y han mantenido varias reuniones con el concejal de Parques y Jardines, Diego López, para alcanzar una solución que permita la continuidad de estos huertos ecológicos y poder atender la demanda de todos los ciudadanos interesados.
Sin embargo, la última propuesta por parte de López consiste en trasladar esta área de huertos de su actual ubicación en el parque de Huerta del Prado de unos 28.500m² de superficie con 87 huertos a otro terreno de 2.000m² que sólo puede albergar 33 huertos, “reduciendo en un 93% el espacio destinado a huertos urbanos en Marbella”.
Además, con esta acción se dejaría de proteger una zona en la falda de La Concha que es indispensable para la salud ambiental de la ciudad.
La Asociación, con más de 60 socios, rechazó esta proposición municipal argumentando que la oferta del Ayuntamiento no contribuye ni a crear comunidad ni a proteger el medio ambiente, siendo estos dos de sus principales objetivos; además reduce el número de huertos disponibles en el municipio e imposibilita satisfacer la demanda ciudadana.
Parque con 800 pies de árboles y arbustos
El actual parque, de acceso público tiene unos 800 pies de árboles y arbustos que contribuyen a evitar la subida de las temperaturas, también dispone de una balsa de acumulación de agua de lluvia, un invernadero, zonas para el compostaje, dos almacenes para herramientas, cuatro áreas para el descanso y la convivencia, un huerto solidario y tres huertos sobre elevados para personas con movilidad reducida.
Nada de ello se podría mantener en la finca a la que quieren cambiar el proyecto, asegura el colectivo, “por lo que mantenerse en la actual ubicación es lo que Marbella necesita;
El diseño y redacción de este plan, con un coste de mercado superior a los 5.000€, ha sido posible “gracias al esfuerzo y a la colaboración desinteresada” de profesionales locales como arquitectos, biólogos, abogados, entre otros; que quieren que Marbella sea ejemplo de conservación de la naturaleza y del medio ambiente y de protección de la población vulnerable.