Se dice que, por el hecho de votar, nuestro sistema de gobierno es “DEMOCRÁTICO”, que significa etimológicamente: “Kratos – Poder, Demos - Pueblo; mucho que decir al respecto, sobre todo cuando hemos sido testigos que quienes se dicen ser nuestros “Representantes Populares”.
No nos toman en cuenta para aprobar o desaprobar leyes, se basan solo en intereses propios o del Partido Político al que pertenezcan.
A la ciudadanía, en su calidad de Representados - dicho sea, coloquialmente sus Jefes -, no se nos permite designar sus: salarios mensuales, ni sus prestaciones, ni sus bonos, ni aguinaldos, ni sus permisos, ni eso que llaman “desafuero”, que para la vox populi significa: impunidad ante sus múltiples delitos; todo esto, se los aprueban ellos solos y ahí, siempre están de acuerdo todas las “fracciones parlamentarias”.
A partir de este nombre, nos queda claro a los mexicanos que, en nuestro Congreso de la Unión, lo que prevalece es la división; están fraccionados y lo que proponen diputados o senadores de algún Partido Político, no están de acuerdo lo de otros Partidos, aun, cuando sea en beneficio de los ciudadanos y de México en general. Siempre así se han manejado en ese ilustre Congreso de la… Desunión.
Como son varios Partidos los que en el Congreso de la Unión convergen y aunquese dicen ser representantes de los ciudadanos, en los hechos nos demuestran lo contrario, lo que observamos, presenciamos y padecemos, con vergüenza ante el mundo, son los pleitos internos que ahí se dan utilizando el peor de los vocabularios.
Están en esa respetada institución, que es nuestro Congreso y Senado, gente de la peor ralea, que nunca debieron haber llegado a ocupar un espacio, y menos llamarse diputados o senadores.
Los ciudadanos les importamos un soberano comino (por aquello de la Soberanía Nacional); dicen defender desde una cómoda curul, ganando un dineral, con sus tables, celulares, carros, secretarias, asesores y, lugar al que paradójicamente no como quiera podemos entrar los de a pie, a pesar de ser nosotros quienes mantenemos ese espacio donde se hacen las leyes… el Poder Legislativo.
Mal hizo el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuando obsequió curules de diputados y senadores, a personas del PRI, PAN y VERDE ECOLOGÍSTA, para que a los pocos meses le escupieran en la cara; lo mismo pasará con ex gobernadores priistas y panistas a los que otorgó Embajadas y Consulados.
La gran mayoría de Reformas que ha enviado al Congreso el Presidente, no le han sido aprobadas, sobre todo en la que plantea la reducción del número de los miembros de parlamentarios y la desaparición de los que se ostentan como plurinominales, mismos que son designados por los dirigentes de los partidos y, que no tienen que hacer campaña ni trabajo alguno para conquistar el voto de los ciudadanos.
Es del conocimiento público que buscan con desesperación esas “plurinominales”; con sus muy escazas y honrosas excepciones quienes buscan esas “Pluris” son los mismos dirigentes y ex gobernadores, por aquello de ampararse bajo el manto protector del “fuero”.
Queda, pues, en manos de los ciudadanos poner un remedio contundente a esta situación; no podemos, por aquello de que vivimos en un Estado de Derecho y de Paz, ir a prenderle fuego al edificio del Senado y el Congreso, sería un acto muy violento, sobre todo si todos los diputados y senadores están adentro, pero, lo que si podemos hacer es: ampararnos legalmente y solicitar al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la inaceptación de los dirigentes de los Partidos, de ex gobernadores y de quienes tengan proceso judicial en su contra, a ser candidatos a parlamentarios.
Espero que esta propuesta no quede en el aire y tenga eco entre todos los mexicanos; recordemos que: “solos, somos invisibles, unidos somos invencibles”. FUERA EL FUERO; FUERA LOS PLURINOMINALES.
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