A punto de llegar a su fin este sexenio, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO); venimos siendo testigos los mexicanos de una segunda etapa que nos deja las elecciones para la presidencia de la República Mexicana, en la cual el pueblo aprobó con su voto, a la Dra. Claudia Sheinbaum.
Los críticos opositores argumentan, inconformes, que: “AMLO la eligió y seguirá la misma línea que su antecesor”, argumento que raya en la ingenuidad, porque AMLO no iba a elegir a un opositor, enemigo o detractor para que lo supliera en la presidencia; pero esta designación provocó desconcierto entre los mismos morenistas, cosa nada extraña, siempre habrá quien considere que, “el” elegido debería haber sido él.
Si Voltaire viviera, creo se retractaría de aquella frase por él pronunciada: “podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daré mi vida por defender tu derecho a decirlo”, porque los y las candidatas, los dirigentes de los Partidos políticos, periodistas acostumbrados a ponerle precio a su pluma, decían y siguen diciendo cada cosa que da pena ajena, e indigna la poca capacidad de análisis y sobre todo honestidad al hablar.
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de Acción Nacional (PAN) y, Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), las luchas entre la militancia y los dirigentes de cada uno de ellos, están al punto del truene, pues solo se escuchan sus repetitivos discursos vacíos y engañosos, pero se acallan las voces no solo de los militantes sino de la ciudadanía cansada por tanta corrupción y cinismo que ha venido manteniendo durante décadas
El declarado delincuente por enriquecimiento ilícito dirigente del PRI, Alejandro Moreno, autonombrándose “alito”, sobre quien curiosamente, no hay orden de aprehensión, insiste en seguir siendo el líder sempiterno de ese Partido, porque le garantiza, lo mismo que al líder del PAN, Marcos Cortés, dinero y una diputación o senaduría plurinominal, o sea, que, aun cuando los ciudadanos no los quieran ver ni en pintura y menos de legisladores, insisten y persisten en seguir siendo los depositarios de las prerrogativas, esto es, millones de pesos de nuestros impuestos a través del Instituto Nacional Electoral (INE).
Los del Partido Verde y los del Partido del Trabajo, guardan un silencio comprensible, ellos como dice la vox populi, ¡ya fregaron! con esa ignominiosa alianza que MORENA hizo con ellos; siguen los mismos dirigentes y sin hace ruido; no pierden sus registros, tienen muchos senadores y diputados y muchos millones en prerrogativas.
En MORENA, el Partido oficial que ganó de todas… todas, habrá millones que festejan tal triunfo, pero otros tantos millones que han venido rechazado los métodos utilizados para elegir a quienes han sido y fueron en estas elecciones, los candidatos a ocupar desde los mas altos cargos en el Gabinete de la presidenta electa Sheinbaum, hasta los importantes puestos del Poder Legislativo; quedó a todas luces que aquello de: “no mentir, no robar y no traicionar”, fueron solamente una mas de los millones de frases que hemos escuchado por parte de políticos que buscan posicionarse en un puesto para no dejarlo jamás.
Nadie negará que, los triunfos de MORENA se deben a la gran popularidad y aprecio que se le tiene a AMLO y no a Mario Delgado, quien, desde que fue descubierta su complicidad y/o relación con un tratante de mujeres, Keith Raniere, dirigente del grupo, NXIVM, debería no solo haber sido destituido de MORENA sino expulsado del mismo; pero ahí sigue y seguirá ahora como secretario de Educación.
Quedó exhibido Mario Delgado, hasta por la misma secretaria general de MORENA, Citlalli Hernández, ante el enorme fraude perpetrado al señor, Luis Morales Flores, comerciante de origen Otomí, quien mediante ese sorteo de la tómbola quedó en 2do lugar como plurinominal, literalmente le arrebataron su diputación para otorgársela a Sergio Mayer, un artista de televisa y para que no hiciera ruido le asignaron la suplencia del mismo Mayer.
Cosa como estas han venido ocurriendo desde que, alguien le dio por hacer las elecciones al interior de MORENA mediante “encuestas”, mismas que eran desconocidas por la gran mayoría de la militancia y por lo tanto las repudiaban, porque les presentaban como hechos consumados y legales a candidatos totalmente desconocidos por la militancia morenistas y sí muy conocidos como priistas o panistas o verde ecologistas o hasta petistas.
La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es Colaboración especial para LatinPress®. bnpb146@hotmail.com