Marbella. —
En una de las ciudades más exclusivas de la Costa del Sol, un movimiento ciudadano ha emergido con un mensaje claro: Marbella debe ser un lugar para vivir, no solo para sobrevivir.
La asociación "Marbella para vivir, no para sobrevivir", está integrada por vecinos, trabajadores y jóvenes afectados por la crisis de la vivienda, unidos en un espacio asambleario abierto para exigir soluciones concretas.
Una Ciudad en Transformación
En los últimos años, Marbella se ha consolidado como un destino preferente para inversores inmobiliarios y turistas de alto poder adquisitivo. Sin embargo, esta transformación ha tenido un impacto severo en el acceso a la vivienda.
El precio de los alquileres se ha disparado, mientras que la construcción de vivienda pública es prácticamente inexistente.
"Nos encontramos en una situación insostenible", afirma un portavoz del movimiento. "Los alquileres han subido a niveles inalcanzables, los desahucios siguen en aumento y las viviendas de lujo se multiplican sin responder a la demanda real de la población local".
El movimiento denuncia que Marbella se ha convertido en un "paraíso para la especulación", donde el modelo turístico y urbanístico favorece a grandes inversores en detrimento de los residentes.
Movilización Ciudadana y Exigencias
En respuesta a esta crisis, los organizadores han celebrado tres asambleas abiertas en distintos barrios de la ciudad, reuniendo a afectados y activistas comprometidos con la causa.
La próxima reunión está programada para el 20 de marzo en La Campana, donde continuarán articulando estrategias y ampliando la red de apoyo.
Además, el 5 de abril, el movimiento participará en una manifestación en Málaga, sumándose a una protesta de alcance estatal para reclamar el derecho a una vivienda digna.
Entre sus principales demandas figuran:
- Regulación del precio de los alquileres y declaración de Marbella como "zona tensionada".
- Creación de un parque público de vivienda con alquileres asequibles.
- Freno a los desahucios sin alternativa habitacional.
- Limitación del número de pisos turísticos y redefinición del modelo urbanístico.
- Penalización a las viviendas vacías en manos de grandes propietarios mediante un recargo en el IBI.
- Tasas adicionales para las viviendas destinadas al turismo.
Un Llamado a la Acción
Más allá de las movilizaciones puntuales, los organizadores aseguran que su labor continuará en los barrios, promoviendo la participación ciudadana y ejerciendo presión sobre las administraciones locales. "Marbella no puede convertirse en un parque temático inmobiliario", subrayan.