Nuestro presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), despide su sexenio con la escritura de un libro titulado: “GRACIAS”. Muy en su estilo, ha aprovechado sus conferencias mañaneras para publicitar su texto, nada criticable, “puede, quiere, tiene y lo hace”; si yo tuviera los recursos económicos y un espacio publicitario como AMLO, no dudaría en despedirlo con otro texto que titularía: “RECLAMOS”.
Lo haría porque todos los libros que escribió antes de ser Presidente, los he adquirido y leído de pe a pa.
Deseo que este artículo no sea motivo de disgusto ni ofensa para ninguno de los fieles seguidores de AMLO, no es mi intención, pero como él mismo lo señala en innumerables ocasiones: “dicho sea con todo respeto”, y dice lo que esta en su ánimo decir y creo que, sobre todo cuando se le critica una acción que de él nunca hubiéramos esperado los que formamos el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Partiendo de que, debemos tomar en cuenta que AMLO solo no lo formó, el visitaba en sus giras, poblados, municipios, estados, platicaba con quienes en el llegaron a creer que cambiaría toda esta situación de podredumbre y corrupción en nuestro país; la violencia heredada por los expresidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN), que tuvieron la grandiosa idea de formar otros Partidos Políticos, para agrandar sus prerrogativas económicas y su poder político manipulador entre la ciudadanía.
Así, llegamos a tener y mantener 22 Partidos a los que se les llamó: “remoras del PRI”, sobresalían, el Partido Verde Ecologista; el Partido del Trabajo; el Partido de Autentico de la Revolución Mexicana (PARM) y, el Partido Convergencia (hoy MC); actualmente son 7, para nuestra fortuna, pero igualmente de corruptos, porque esto no es gripa, es un cáncer que al parecer AMLO no pudo extirpar, demostrado a quedado y, podríamos pensar que es debido a que las raíces políticas de AMLO están en el PRI.
Durante su campaña demostró no haber roto esas relaciones con sus antiguos correligionarios y en función de la “UNIDAD”, claramente lo dijo: “puerta abierta para el que quiera entrar”; quienes dijimos en su momento abiertamente; “no señor esto no es una fiesta, es una lucha de clases, no cualquiera puede entrar y menos si son del PRI”; ahí dieron inicio las antipatías, sobre todo cuando arrecié mi critica por el nombramiento que hizo de un priista impresentable como, Jesús Estrada Ferreiro, que con la complacencia de quien fuera el presidente del Comité de MORENA, Guillermo Benítez, “el químico”, súbitamente apareció como: Servidor de la Nación (representante del Estado de Sinaloa (?), para posteriormente nombrarlo como candidato a Gobernador, y después como presidente municipal de Culiacán.
Este ignominioso hecho se repetiría en otros estados, lo que empezó a dar origen a la inconformidad soterrada de muchos militantes de MORENA, que sentíamos una bofetada en pleno rostro, al ir conociendo, ya en su calidad de presidente, al gabinete que seguramente ya tenía contemplado y del que poco a poco nos fuimos enterando; estupefactos quedamos muchos, cuando nombró como secretario de educación a, Esteban Moctezuma, servil trabajador de Ricardo Salinas Pliego y enterarnos que formó un Consejo de Asesores con esos que el llamó, “los de la mafia del poder”, puro empresario “machuchón”, como luego los bautizó.
Los puestos de mayor importancia serían para un, Alfonso Romo, beneficiado del FOBAPROA y su alumna y protegida, Tatiana Clouthier, y a otros tantos personajes con una cola mas larga que una serpiente; invitaciones a ocupar senadurías y diputaciones a la peor ralea del PAN.
Toda esa apertura permitió que la avalancha prianista se introdujera a MORENA, y no pensó AMLO que entre los casi 3 millones de afiliados que formaron MORENA, podría tener un verdadero gabinete que le ayudaría a sacar a delante la 4ta.Transformación.
Traicionar su propia palabra se convirtió en algo natural y necesario quizá, porque ni los morenistas ni ciudadanos que tenían simpatía por él esperábamos, dada su anunciada “austeridad”, por ejemplo que, el viviría en Palacios Nacional; afirmar que, mandaría al Ejército y Marina a sus cuarteles, y antes al contrario los empoderó, argumentando que son: “pueblo uniformado”; “muy honestos”, y de todas sus confianzas, lo mismo que el Fiscal, Alejandro Hertz Manero; su soterrada protección a expresidentes, sobre todo a los más corruptos de ellos Carlos Salinas de Gortari (socio de Carlos Slim) y Enrique Peña Nieto, cuando nos aseguraba que se aplicaría la justicia por habernos robado.
Los nombramientos a gobernadores priistas en embajadas y consulados ha sido uno de los peores errores cometidos por AMLO, entre otros muchos, y destacamos por su importancia su permisibilidad en la instalación en Topolobampo, en la Bahía de Ohuira, una planta alemana de producción de fertilizante que vendrá a destrozar la forma de vida de sus habitantes, a dañar el medio ambiente, su ecología, teniendo como prestanombres a priistas de la calaña del ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida, un Gerardo Vargas y mencionan a Mario Valdez, conocido como “malova” ex gobernador de este estado.
Las concesiones mineras y carreteras, solo por señalar algunas, resultaron intocables, y sabido es que están en manos de millonarios, con períodos de explotación hasta por 50 años; los propietarios de bancos en su mayoría extranjeros, intocables en su agiotismo por décadas; sí, mi libro se titularía RECLAMOS.
Tendremos nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aceptada por los morenistas, es normal, AMLO la designó desde un inicio, él fue su jefe en el Distrito Federal (DF), le ha declarado sus querencias públicamente en sus mañaneras, para él nada en ella es criticable, ni tan siquiera incluso, que nombrara, siendo jefa en el D.F a un Omar Harfuch, conocido por sus antecedentes como miembro del equipo de Genaro García Luna, quien fuera secretario de seguridad con el expresidente, Felipe Calderón, y a quien perfilaba para que la sustituyera en el puesto que dejaba; no lo logró pero sí acomodarlo en una senaduría.
Qué sorpresas tendremos en el próximo sexenio, no es difícil predecirlo, sobre todo con esas reprobables alianzas que se hicieron con el PV y el PT; sabemos sí que, de llegar, Xóchitl Gálvez candidata del PRI y el PAN a ocupar la silla presidencial, no me da la imaginación para todo lo que tendremos que padecer los mexicanos con esos jefes que la impusieron como candidata: Alejandro Moreno “alito”; Marcos Cortez y Vicente Fox.
Quede para la reflexión, no para división.
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