Pudiera no ser de nuestra competencia como mexicanos, lo que acontece en los Estados Unidos del Norte de América (EUNA); doy el adecuado nombre al territorio que ocupa el país al que han nombrado: Estados Unidos de Norte América, porque los gobiernos gringos han creído siempre que todo América, es de ellos, de ahí las miles de intromisiones, invasiones, despojos, derrocamientos de gobiernos legítimamente electos, apropiamiento de las riquezas que la naturaleza les dio a todos estos países que componen AMÉRICA.
De siempre se ha dicho que, “si EUNA estornuda, en México nos da pulmonía”; tiene mucho sentido esas frases, ya lo dijera el ex secretario de Estado, Robert Lasing al presidente, James Buchanan (1859): “para dominar a México, basta controlar a su presidente”.
La historia no nos dice lo contrario, el 55% de nuestro territorio lo vendieron entre el General Antonio López de Santana y Benito Juárez; ¿qué mexicanos se enfrentaron a esas decisiones?, al parecer nadie y, de los 4 millones de kilómetros cuadrados de superficie que tenía México, solo tiene, 1’ 964.375 km2, para una población de 126’705,138 habitante.
Con todos los 3,169 km de longitud que nos separa de EUNA, el señor llamado Donald Trump, hijo de padres y abuelos inmigrantes, no deja de estar enfocando sus baterías contra México, por ser el paso obligado de miles y miles de inmigrantes, que buscan una mejor vida en ese país gringo.
Al no permitir las autoridades gringas el ingreso, se quedan en las fronteras de México, mal viviendo, mal comiendo y sin servicios de ninguna naturaleza y, hay quien nos ve a los mexicanos como “malos anfitriones”; hago una acotación para, a manera de reflexión, preguntar:¿cómo le hacen quienes vienen en esas caravanas de entre 6, 8 y, 10 mil personas para organizarse y agarrar camino y llegara aquí a México a sabiendas que, en EUNA, no les permitirán su ingreso?, si somos testigos que aquí en México, no somos capaces de organizarnos en una cuadra o colonia para resolver los problemas que a todos nos afectan.
Bien, pues ya padecimos el largo periodo presidencial de 4 años de Donal Trump en la presidencia del país vecino, insultándonos un día sí y todos los que le siguieron también y, nuevamente el individuo de 77 años insiste en ocupar esa poderosa silla presidencial con un principal objeto a cual más de importante: no ir a parar a la cárcel por los múltiples delitos de los que es acusados y, quien es acusado por las autoridades que imparten justicia por delitos cometidos, se le llama DELINCUENTE; su otro objetivo que lo trae entre ceja y ceja es no solo impedir dar albergue a inmigrantes sino, según sus propias declaraciones, “echar para afuera a miles de mexicanos y otras nacionalidades; pero como que a los mexicanos nos tiene más presente, este presunto enfermo mental y aspirante a la presidencia de EUNA debe de ser evaluado por un psiquiatra.
Y, podríamos aceptar que sí, que Trump, tiene razón, se meten a su país muchos delincuentes, pero son de “cuello blanco”; solo por señalar algunos: Diputado plurinominal en 2 ocasiones Ricardo Anaya; el exgobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca; expresidentes, Enrique Peña Nieto; Alejandra Barrales ex líder de un Partido político de izquierda; Elba Esther Gordillo, líder magisterial; Alejandro Amadeo González Guilbot, de aduanas que tras robar grandes fortuna a los mexicanos se brincan el muro, pero en avión, a comprar mansiones de millones de dólares y nadie los molesta, ni el gobierno mexicano, ni el de EUNA.
Haciendo un parangón entre lo que dice en sus discursos de campaña Trump, sobre los mexicanos, nos resulta incomprensible lo que dice el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO); ahora que sí, ni a quien aplaudirle; no deja de mencionar a, Trump y Biden como sus muy amigos y lo que dice Gerardo Fernández Noroña (GFN) sobre AMLO: “mi compañero presidente”; sobre la presidenta electa Shenbaum: “mi compañera presidenta” , se engañan los dos AMLO y FGN, ni unos ni otros son sus compañeros ni amigos.
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